Gato

A life story

Gato was CIWY’s first puma, the very first feline CIWY rescued. Gato lived very happily in the jungle, until one day some hunters killed his mother and he was sold to a circus while still a cub. I still remember the moment that Gato arrived at Machía, it was the year 1997. He arrived in very bad condition, totally malnourished. He couldn’t walk because in the circus he was hit with a stick on his hind legs, so that he learnt to jump through fire for the show.

I had a mixture of emotions; I was afraid to take on that responsibility. I had never thought of working with pumas before. Just a year earlier I had founded Parque Machía, CIWY’s first refuge, just to help the monkeys we had rescued. As soon as I saw him though, so helpless, so weak, I did not hesitate to accept him and from that moment, by maternal instinct, I gave him all the care he required despite not having any knowledge of how to care for a feline. 

The first weeks were difficult, we slept next to him in a room on a straw mattress, because he couldn’t move. We helped him with massages and exercises so that he could move his paws. We cooked him chicken and ground beef soups and little by little he learned to eat, since in the circus they only fed him lagua (corn flour and water).

Gato was the first feline that we implemented the system of walking through the jungle, and we saw that every day he made tours of his trails, and it helped him to recover. Gato was an incredible, beautiful puma, walking with him every day was an exciting experience. He was very smart, perceptive and flirtatious. He found a way to convince his volunteers to go in search of unknown trails and they would get lost in the jungle. He also knew how to make the volunteers fall in love with him, making sure they always enjoyed his company.

Gato was never able to regain the freedom that was taken from him. But at CIWY he got a second chance at life, the closest to what was once his home. He received the care and love of many, many people who had the privilege of meeting him … Now, he runs free in the skies, but he taught us so much, which throughout these years continue to help the other pumas in our care.

-by Tania “Nena” Baltazar, CIWY co-founder and president

Nena’s original words in Spanish

Gato es un Puma, que fue el primer felino que CIWY rescató. Gato vivía muy feliz en la selva, hasta que un día, unos cazadores mataron a su madre y él fue vendido a un circo, siendo aún cachorro.

Aún recuerdo el momento que Gato llegó a Machia, era el año 1997. Llego en muy malas condiciones, totalmente desnutrido. No podía caminar porque en el circo fue golpeado con un palo en sus patas traseras, para que aprenda a saltar un arco de fuego para el espectáculo.

Ese momento tuve una mezcla de emociones; tenía miedo de asumir esa responsabilidad. Nunca antes había pensado trabajar con pumas. Recién un año antes había fundado el refugio sólo ayudando a los monos.

En cuanto lo vi, tan desamparado, tan débil, no dude en aceptarlo y a partir de ese momento, por instinto materno, le di todo el cuidado que requería a pesar de no tener ningún conocimiento de cómo cuidar un felino. Las primeras semanas fueron difíciles, dormíamos a su lado en un cuarto en un colchón de paja, porque no podía moverse. Le ayudábamos con masajes y ejercicios para que pueda mover sus patitas. Le cocinábamos sopitas de pollo y carne molida y poco a poco aprendió a comer, ya que en el circo sólo lo alimentaban con lagua (harina de maíz y agua).

Gato fue el primer felino con él que implementamos el sistema de cuerdas y caminatas por la selva, y vimos que cada día que hacía sus recorridos por sus senderos, le ayudaba a recuperarse favorablemente. Gato era un puma increíble, hermoso, caminar con él cada día, era una experiencia emocionante. Era muy inteligente, perceptivo y coqueto. Encontraba la manera de convencer a sus voluntarias para ir en busca de senderos desconocidos y alguna vez perderse en la selva. Sabía también, cómo enamorar a sus voluntarias haciendo que siempre vuelvan a disfrutar de su compañía.

Gato nunca pudo recuperar la libertad que se le arrebató. Pero en CIWY tuvo una segunda oportunidad de vida, lo más cerca a lo que alguna vez fue su hogar. Recibió los cuidados y amor de muchas, muchas personas que tuvimos el privilegio de conocerlo… Ahora, corre libre en los cielos, pero nos dejó muchas enseñanzas, que a lo largo de estos años siguen ayudando a otros pumas.

Photograph of Gato by Laurent Esposito

 

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